Muy bueno, aunque impresiona muy denso y se pierde en su objetivo, tal vez para un experto no sea así

Artículo de Revisión

 

La formación profesional, un espacio entre lo bello y lo sublime, desde una mirada estética

 

Vocational training: a space between the sublime and the beautiful, from the aesthetic perspective

 

 

Yohany Peralta Pérez1*
Beatriz Páez Rodríguez1
Mayenny Linares Río2

1Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca. Pinar del Río, Cuba

2 Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río. Pinar del Río, Cuba

*Autor para la correspondencia: yohany.peralta@upr.edu.cu

 

 

Recibido: 11 de septiembre 2018
Aceptado: 17 de diciembre 2018
Publicado: 01 de enero 2019

Citar como:Peralta Pérez Y, Páez Rodríguez B, Linares Río M. La formación profesional, un espacio entre lo bello y lo sublime, desde una mirada estética. Rev Ciencias Médicas [Internet]. 2018 [citado: fecha de acceso]; 23(1): 163-172. Disponible en: http://revcmpinar.sld.cu/index.php/publicaciones/article/view/3736


RESUMEN

Introducción: se abordan los principales resultados de investigaciones de las autoras, acerca del estudio de la formación estética y se argumenta el lugar que ocupa en la formación del profesional a partir de las potencialidades de este para el logro de este propósito.
Objetivo: analizar epistemológicamente los principales elementos teóricos definidos que se abordan en la literatura nacional e internacional sobre la categoría formación estética por su importancia en la formación de profesionales en Cuba.
Métodos: se realizó un estudio descriptivo a partir de una revisión bibliográfica y desde el punto de vistateórico se utilizaron los métodos histórico-lógico, análisis-síntesis e inductivo-deductivo que permitieron el análisis de conceptos sobre el tema desde diversos enfoques.
Resultados: se sistematizaron conceptos y teorías relevantes tenidos en cuenta dentro del proceso de formación profesional desde una mirada estética, a partir de su importancia como ciencia que estudia la belleza en las múltiples relaciones del hombre las que se manifiestan mediante la actividad, para lo cual necesita deconocimientos, habilidades, valores y actitudes estéticas de manera que logre una apropiación emotiva y creadora de la realidad estético profesional que le circunda; por lo que es necesario establecer una correlación con los componentes didácticos en función de lograr formar un profesional integral que dé respuesta a su encargo social.
Conclusión: se pretende redimensionar la formación de profesionales desde lo estético como eje transversal de este proceso, en función de elevar la calidad del egresado de la Educación Superior; lo que se hace indispensable para el éxito de la actividad de los sujetos en los diferentes contextos de actuación profesional, de manera que actúen y transformen la realidad desde sus propias leyes de la belleza.

DeCS: ESTÉTICA;FORMACIÓN DE CONCEPTO; ÉTICA PROFESIONAL.


ABSTRACT

Introduction: the main results of a research of the authors are approached in relation to the study of the aesthetic formation and the place it occupies in the training of professionals, which is argued from the potentials of this, in order to achieve the purpose.
Objective: to analyze epistemologically the main theoretical elements defined in the national and international literature regarding the category of aesthetic education due to its importance in the training of professionals in Cuba.
Methods: a descriptive study was conducted from a bibliographic review and the theoretical point of view; the historic-logical, analysis-synthesis and inductive-deductive methods allowed the analysis of concepts concerning the theme from the different approaches.
Results:the concepts and relevant theories taken into account within the process of professional training were systematized from an aesthetic perspective, its importance as a science that deals with beauty in the multiple relationships of man which are manifested throughout the activity, the need of knowledge, skills, values ​​and aesthetic attitudes in a way that achieves an emotive and creative appropriation of the professional aesthetic and the reality that surrounds; as a result it is necessary to establish a correlation with the didactic components in order to complete a comprehensive professional response to their social commitment.
Conclusion: it is intended to resize the training of professionals from the aesthetic point of view as a cross-cutting issue in this process, in order to raise the quality of the graduate of Higher Education; what is essential for the success of the activity of the individuals into the different contexts of the professional performance, for them to act and transform the reality considering their own laws of beauty.

DeCS: ESTHETICS; CONCEPT FORMATION; ETHICS PROFESSIONAL.


 

 

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas se han presentado bruscos cambios teóricos y prácticos en el arte, la tecnología y el pensamiento estético. Son muchos los matices de los términos utilizados para caracterizar el fenómeno estético contemporáneo: sociedad del espectáculo, estetización o creación de rasgos estéticos en la sociedad, industria cultural, cultura del consumo, consumo cultural, entre otros ligados a nuevas características discursivas que van desde el uso de metáforas de la literatura para explicar los procesos de la ciencia, del lenguaje que devela incertidumbres, el performance y otras que dan cuenta de las relaciones estético-tecnología, donde el espectáculo tiene su punto de encuentro. Por otro lado, el nuevo estudio en el campo de la teoría del arte, y la significación de la percepción en general, la producción de significados desde sensorial y lo emocional.

Estos hechos hacen que el tema sobre la formación estética llame la atención de numerosos investigadores, pedagogos, artistas, filósofos, sociólogos, familias, comunidades y agentes educativos en general, que reclaman un accionar al respecto.

Hoy lo estético se vincula más a lo cotidiano, funciona a través de un amplísimo canal comunicativo que rebasa las fronteras del arte y de lo bello, de los países, de las escuelas, los hogares y los barrios. La personalidad, al estar permanentemente influida desde el punto de vista perceptivo estético, está abierta al intercambio de impresiones: recepciona posturas y es susceptible a las influencias espontáneas, positivas y negativas, locales, arbitrarias, inconscientes e intuitivas, las cuales muchas veces modelan sus gustos y preferencias.

Cuba no está al margen de estas influencias, por ello se plantea la necesidad de preparar al ser humano para elegir, para adquirir las competencias emocionales que les permita buscar soluciones ante la seducción y la manipulación de la conciencia que el poder monopólico impone a la sociedad actual. Por tanto, se hace necesario desde la formación profesional la vinculación de la esfera cognitiva y la afectiva, motivacional de manera que pueda enfrentar y transformar su realidad de acuerdo a su ideal estético de cada sujeto.

Es por eso que el trabajo persigue como objetivo analizar epistemológicamente los principales elementos teóricos definidos que se abordan en la literatura nacional e internacional sobre la categoría formación estética y su importancia en el contexto de la formación de profesionales en Cuba desde esta perspectiva.

Para lo cual se realizó un estudio descriptivo a partir de una revisión bibliográfica y desde el punto de vistateórico se utilizaron los métodos histórico-lógico, análisis-síntesis e inductivo-deductivo,que permitieron analizar conceptos sobre el tema desde diversos enfoques.

 

DESARROLLO

La formación estética no debe ser pensada solo desde el reducido espacio de la escuela, deben involucrarse en ella todas las agencias socializadoras, y dado que es un problema global, la estrategia debe ser también global, lo cual requiere además no desconocer manifestaciones estéticas asociadas a lo marginal y lo vulgar. Es importante no aferrarse a arquetipos superados por la historia, al margen de las temáticas que se debaten hoy, de las relaciones y los conflictos del mundo contemporáneo.

La formación estética de la personalidad debe ser consciente e intencional, de manera que se erija en un eje trasversal de todas las asignaturas del currículo y permita valorar la vida también desde el plano de lo sensible; que podamos disfrutar de ella de modo más integral sin imponer modelos; se trata de desarrollar habilidades, despertar la inteligencia emocional, al hacer valer, en su práctica cotidiana, su capacidad para valorar estéticamente, donde lo estético se asuma como resultado de una expresión ética y no como estereotipación de necesidades fabricadas, de sensaciones manipuladas, donde el valor estético no se determine por las propiedades físicas de los objetos, sino por su contenido humano y social, para que lo bello y lo útil se articulen en unidad como un acto de creación y goce. "Es como la elegancia mi María, [escribía J. Martí] que está en el buen gusto y no en el costo. La elegancia del vestido -la grande y verdadera, - está en la altivez y fortaleza del alma. Quien siente su belleza, la belleza interior, no busca afuera belleza prestada: se sabe hermosa y la belleza echa luz"(1).

Por esta razón, no puede faltar en el debate actual sobre la educación estética su dimensión axiológica. Al valorar estéticamente, comparamos el objeto o fenómeno en cuestión con reglas, convenciones y estereotipos adquiridos por nuestra experiencia existencial. Estas, aunque están condicionadas por la sociedad, se manifiestan de modo individual, lo cual explica la variedad de los gustos, que no se explica al margen de las complejidades de la individualidad humana: condicionada por la sociedad, pero materializada en un individuo concreto con su micro - medio, su historia personal, con su psicología y condiciones específicas de vida.

La educación en valores, es hoy en día una de las principales problemáticas de los sistemas educativos a nivel mundial. M. Sánchez(2), considera que con frecuencia, cuando se piensa en "los valores morales y su papel en el actuar cotidiano, se olvida a su congénere más próximo, los valores estéticos, los que dan forma y realidad concreta a las premisas estimativas del deber ser, y determinan la asunción de estas a partir de una elección interna donde lo deseado toma forma y color, textura y vuelo"; así como la importancia de lo estético en el nacimiento y consolidación de la moralidad, que tiene a su haber un componente estético subliminal, generalmente inconsciente, que no debemos subestimar(2).

Debe ser prioridad en las condiciones actuales articular la ética y la estética en el proceso de educación en valores y dejar atrás la idea que el valor estético es aquel que se deriva de la contemplación de una obra de arte porque lo artístico y lo estético, no son la misma cosa.

La formación estética una exigencia o necesidad del profesional en Cuba

El proceso de formación en la Educación Superior cubana es comprendido como un sistema de carácter complejo con dimensiones instructivas, educativas y desarrolladoras que preparan al futuro profesional para el desempeño con pertinencia social.

En el orden de la formación del profesional resulta esencial su carácter continuo, que se extiende durante toda la vida, y que incluye con marcada intencionalidad, tres direcciones claves: la formación de pregrado, la preparación para el empleo y la formación de posgrado(3).

Por lo que constituyen premisas en la formación del profesional en el perfeccionamiento permanente del modelo económico cubano como respuesta necesaria a las exigencias del desarrollo de la sociedad actual, marcada por inmensos desafíos.

Se coincide entonces con lo planteado en el Modelo del Profesional, que exige la preparación de un profesional a partir del desarrollo de una verdadera formación humanista (que supone tener en cuenta una metodología dialéctico-materialista en los análisis a efectuar, un enfoque cultural y personológico y el cultivo de la sensibilidad y la espiritualidad) como una vía fundamental que en su nexo con el conocimiento científico ayude a su concreción desde una sólida plataforma cultural, lo que se sustenta en el enfoque cultural-axiológico e identitario que se expresa en:

  • La comprensión de la cultura como creación humana, fundamento de los valores y en particular, de la cultura cubana en su carácter integral como sustento de la educación en valores en la sociedad cubana actual.

  • La comprensión de los valores como expresión de la cultura y componentes de la ideología. La cultura cubana y la ideología de la Revolución Cubana como fundamento de los valores a educar.

  • La comprensión de la identidad como un proceso de construcción permanente, y particularmente, de la identidad del cubano como proceso en continuo enriquecimiento que deviene fundamento de los valores de la identidad a formar en las nuevas generaciones(4).

Todo ello corrobora la pertinencia de la formación estética de los estudiantes, al asumir esta como un eje trasversal en la formación inicial.

La formación estética de los profesionales ha sido abordada por varios autores como: Ubals, J. (2015)(5), Núñez, H.(2008)(6), Bandera, A. (2010)(7), Prego, C.(2010)(8), Reyes, N.(2015)(9), quienes coinciden en que el proceso de formación estética en cuya base se encuentra la relación entre educación estética, formación estética y las matrices de la teoría ideo-estética, como soporte metodológico que condicionan la posición que se asuma en la práctica y la teoría pedagógica al atender este proceso.

Los autores consideran además la actividad estética como componente inseparable y resultado de la práctica social, la estética como saber axiológico en su carácter de ciencia, lo estético como su categoría principal y la apropiación de la cultura consecuencia, condición y vía de la práctica humana.

Apropiarse de la cultura como objeto didáctico implica apropiación y sistematización de los valores estéticos contenidos en ellas. Así, el análisis y comprensión de este fenómeno en el marco de la teoría de la actividad estética permite revelar su impacto en el proceso de formación estética de los profesionales, y la contribución consecuente en la formación humanista se expresa en un profesional flexible, trascendente, comprometido y que ama su profesión.

Se asume como actividad estética al tipo especial de actividad práctico-espiritual dirigido a crear y desempeñar en la conciencia, en la acción o en la forma semiótico material, el prototipo del objetivo ideal deseado y asequible según la posibilidad y la necesidad, apoyadas en la integridad, la estructuración, la simetría, el ritmo, la utilidad y la armonía, como manifestaciones de la ley objetiva que sirven al hombre de punto de referencia confiables en el mundo exterior y permiten adivinar, captar la esencia encubierta de las cosas.

Esto ha sido una temática poco abordada por los estudiosos de la formación del profesional, ya que se ha dejado implícita en los modelos y concepciones sobre el tema, por lo que se puede plantear que hoy constituye una carencia en el proceso de formación.

La formación de los profesionales en Cuba se deriva de la especificidad de su objeto de estudio y la condición de este, que tiene como fundamento teórico-metodológico la ideología de la Revolución Cubana para la dirección del trabajo que le corresponde y que trasciende las asignaturas, porque supone la formación de las nuevas generaciones en la continuidad del proceso socialista cubano desde sus cimientos, donde la estética juega un rol determinante

Al tener en cuenta todo lo anterior, la autora coincide con Rodríguez R, en que es la ciencia que estudia la naturaleza de lo estético y sus funciones, sobre las leyes de la actividad y la educación estética, sobre la apropiación-conocimiento y transformación- estética de la naturaleza y de la vida social, así como la percepción estética de la naturaleza, los fenómenos sociales, del mundo espiritual del hombre, de los objetivos y dentro de ellos, de la creación y la apropiación del valor artístico.(4)

Lo que concuerda con lo que plantea Romero M... "el mundo en que vivimos exige elevar la condición humana de los hombres, cultivar su sensibilidad...basada en una formación humanista basada en un acercamiento a lo mejor de la cultura humanidad" (p. 46). En esta dirección el aprendizaje histórico es primordial(10).

Para ello es necesario buscar, desde la clase, estrategias formativas en función de desarrollar el mundo espiritual del estudiante, al propiciar una relación estética entre él y el contenido del que se trate, lo que presupone una actitud estética que está en correspondencia con su ideal social y personal, que le permitirá realizar una valoración estética del fenómeno en sí.

Se precisa que para la formación del profesional se tenga en cuenta lo planteado en el Programa para el Perfeccionamiento de la Educación Estética, que tiene por objetivo general: "contribuir a la formación y desarrollo de la personalidad de niñas, niños, adolescentes y jóvenes mediante la apropiación, elaboración y manifestación de los valores éticos y estéticos, contenidos en la herencia cultural y en las relaciones sociales, con vistas a construir su propia imagen como individuos y grupos, participar en el progreso de la nación y comprender mejor las relaciones con otros pueblos" (11.12).

Por lo que se reconoce el rol fundamental del profesional en el logro de dicho propósito, que concuerda con lo reflejado en el Modelo del profesional de la Educación Superior cuando se refiere a la necesidad de continuar en la elevación de la calidad y rigor del proceso de enseñanza-aprendizaje (PEA), para lo cual se indica formar el personal docente que se precisa para dar respuesta a las necesidades de los centros educativos en los diferentes niveles de enseñanza y fortalecer el papel del profesor frente al aula, de modo que puedan responder por el pleno desarrollo integral de los niños, adolescentes y jóvenes que la sociedad les confía.

No debe obviarse que, en la actualidad, "… la educación superior cubana está enfrascada en mantener su modelo de universidad moderna, humanista, universalizada, científica, tecnológica, innovadora, integrada a la sociedad y profundamente comprometida con la construcción de un socialismo próspero y sostenible. Una universidad caracterizada por la formación de valores y por el aseguramiento de la calidad de sus procesos sustantivos, en aras de lograr un egresado que posea cualidades personales, cultura y habilidades profesionales que le permitan desempeñarse con responsabilidad social, y que propicie su educación para toda la vida" (13).

Se hace necesario citar al eminente esteta cubano, Doctor en Ciencias Filosóficas José Orlando Suárez Tajonera(13): "Se debe aprender, sobre todo, a leer lo no visible, tener en cuenta que todo lo visible, concreto y funcional no es más que un ‘puente’ que se le tiende al homo sapiens para transitar hacia lo que está detrás de las apariencias, es decir, la expresión física de un contenido metafísico, que quiere decir descubrir en el contenido objetal, un contenido espiritual-práctico…, único e irrepetible" ya que como acotara más adelante: "La Estética es la disciplina que estudia las leyes, categorías, códigos y principios en que se sustenta la belleza, cuyo claustro materno no es otro que el componente espiritual del inconsciente freudiano, donde se forjan aquellas acciones que ennoblecen la inviolable dignidad del homo sapiens; de ahí que todo lo que contribuya – de una u otra forma - a elevar la condición humana es necesariamente bello".

He ahí la insustituible necesidad de que el estudiante transite hacia una formación estética que vaya encontrando solución a las carencias no resueltas en los subsistemas educativos anteriores de manera que pueda dar respuesta a su encargo social. A partir de estrategias diseñadas en función de capacitar a educandos y educadores.

Por lo que se considera que la relación estética del estudiante con la realidad formativa se debe caracterizar, ante todo, por el placer causado por la asimilación nueva y optimista de los contenidos y la nueva actitud creadora de él ante el estudio como una necesidad. Esta relación hay que formarla día a día, en la práctica cotidiana, en la familia en la escuela en la comunidad y en la sociedad de manera general mediante una labor mancomunada de todos los factores sociales. La interpretación estética del mundo es grado sumo: la interpretación, un elemento formador de la personalidad, ya que esta es capaz de abarcar a todo el hombre, de conmoverlo.

La autora coincide con el profesor Bandera A(7)al plantear que en la formación, lo estético no es un "ingrediente bonito" para un proceso, es el componente básico y medio destacado de la formación socialista del hombre. Sin una total aprehensión del "lado" estético en el proceso de conocimientos y la vida del hombre no se puede hablar de instrucción y educación armónica, creadora e integrales.

En correspondencia con lo señalado se coincide con Prego y Montoya, quienes consideran que existe un proceso de formación estética entendido como aquel donde se connotan, consciente y de forma sistemática, los aspectos estéticos propios del proceso formativo, orientados al desarrollo de las capacidades de valorar y "crear de acuerdo con las leyes de la belleza"(8), en todas las esferas de la vida material y espiritual para contribuir a la formación integral del profesional.

Para lograr estos objetivos en el proceso de formación del futuro profesional se hace necesario tener en cuenta que la estética está directamente relacionada con la pedagogía socialista, y constituye un componente orgánico de la educación comunista.

Por lo que se estima que ha ido creciendo el interés de la pedagogía marxista-leninista por la formación estética del hombre, por cuanto ella aspira a la educación de un hombre capaz de asimilar la esencia de las necesidades e ideales de la sociedad y el entorno en que vive y de actuar consciente y en consecuencia con las condiciones materiales objetivas y subjetivas que se derivan en dicho desarrollo; un hombre capaz de comprender científicamente el mundo, el orden y la armonía de la naturaleza, el pensamiento y la creación humana, el carácter de las relaciones y su estética. Al citar a Martí, J "... el que conoce lo bello, y lo moral que viene de él, no puede vivir luego sin moral y sin belleza". (14)

Al reconocer la formación estética como sistema y unidad orgánica en el desarrollo de la personalidad, se hace referencia específica a la formación de la actitud estética, la que se pone de manifiesto en las tres dimensiones esenciales de este proceso: la dimensión instructiva, la dimensión desarrolladora, la dimensión educativa en correspondencia con lo esgrimido por Horrutunier, P. al referirse a este proceso(12).

En el proceso de enseñanza-aprendizaje en este caso, a través de las diferentes disciplinas y de cada una de las asignaturas del Plan de Estudio se cumple la relación didáctica y dialéctica fundamental de objetivo, contenido, métodos, formas y condiciones. En esta relación, el método tiene que corresponder –adecuar—a la relación objetivo-contenido. En otras palabras, la peculiaridad de las asignaturas exige un estilo y un método didáctico que estén orientados en la especificad del proceso estético de conocimientos.

Lo que solo es posible si se crea una situación estética desde la utilización de métodos y procedimientos que propicien belleza y aprendizajes significativos en los estudiantes, porque al decir de José Martí:" Enla Ilíada, aunque no lo parece, hay mucha filosofía y mucha ciencia, y mucha política y se enseña a los hombres como sin querer, que los dioses no son en realidad más que poesía de la imaginación". (15)

Sin duda el componente estético es un elemento fundamental en el PEA en este caso particular, y en correspondencia con las necesidades creciente de la sociedad cubana actual a partir de su objeto de estudio y su aporte a la formación del profesional

Lo estético como principio de enseñanza, de acuerdo con Klingberg L, significa: formación estética del medio que enfrenta el alumno como sujeto del aprendizaje (16).El profesor en el PEA de sus estudiantes debe aprovechar todas las posibilidades que brinda el contenido de su materia, así como todas las actividades que realice en función de dicha formación. En el caso particular que ocupa esta investigación el profesor de Historiatiene en el contenido todo un arsenal ---hechos y acontecimientos--, para mostrar las relaciones sociales, económicas y políticas, así como las distintas categorías estéticas manifiestas en las expresiones históricas como parte de la actividad de los hombres.

Según Klingberg, L: "La estética de la enseñanza está inmersa en lo didáctico. Sin la planificación y organización de su parte estética el proceso de enseñanza no es totalmente eficaz. Por tanto, el componente estético de la enseñanza hay que organizarlo como un proceso. La estructura está unida con lo creador y con la formación…"(16).

El PEA tiene su propia belleza y la estética de este proceso se sustenta en su logicidad, en relación estrecha con la didáctica de enseñar y aprender, orientada hacia los objetivos formativos y dirigidos hacia la asimilación de las asignaturas – sistema teórico-conceptual —del Modelo del profesional.

Lo didáctico y lo estético tienen orígenes históricos y lógicos. La didáctica y la estética se basan en la relación de contenido y forma. En una obra de arte al igual que en una bella clase de historia, el contenido, la idea, y el tema son determinaciones para el método y la forma.

En consonancia con Klingberg, L.: "Toda clase es una unidad didáctica en el proceso de enseñanza, algo relativamente cerrado, un todo. Por tanto, exige el cumplimiento de las leyes de su sistema estructural, pero también el sentimientode forma para su ritmo interno y la entonación específica respectiva… La estructura de la clase presupone no sólo el enfoque científico y capacidades didácticas, sino también un órgano para su equilibrio y armonía didáctica, para su ritmo y melodía, en una palabra, para su estética…"(16).

Los componentes estéticos de la enseñanza para esta investigadora en conformidad con otros autores son:

a) la rítmica didáctica del proceso de enseñanza.

b) la tensión didáctica del proceso de enseñanza.

c) el equilibrio de los eslabones del proceso de enseñanza – por ejemplo, las proporciones correctas entre la función didáctica de la impartición de los nuevos conocimientos y capacidades, y la función didáctica de consolidación y aseguramiento de lo aprendido.

d)el equilibrio de las formas organizativas y metódicas fundamentales de la enseñanza.

e) la arquitectura de la clase.

Por lo que las autoras consideran a partir de lo esbozado anteriormente que sería importante concebir el PEA desde lo estético, pero desde sus componentes didácticos propiamente dichos, de manera que la tríada objetivo-contenido-método tengan en sí un enfoque estético, para contribuir verdaderamente a la formación estética que se aspira en el profesional. Se advierte entonces al PEA como eslabón más importante para contribuir al proceso de formación estética del profesional.

La sistematización teórica realizada por las autoras le permite definir operacionalmente la variable a transformar en la investigación, proceso de formación estética como: conjunto de etapas cuya estructuración, relaciones (simetría) y regularidades (ritmo) permiten la apropiación sensible, activa y creadora de los contenidos en el proceso de enseñanza–aprendizaje, de manera que tributen al cultivo de la sensibilidad y espiritualidad para dar respuesta a su encargo social.

 

CONCLUSIONES

Se reconoce la necesidad de la formación estética para la profesión y los sujetos implicados en el proceso de enseñanza aprendizaje como objetos y sujetos de la actividad estética, y la actitud estética ante la profesión, como resultado de ella, donde se comprometen los sentimientos estéticos para impregnar al proceso de construcción de significados y sentidos con estas esencias que se extienden a la conducta del profesional ante su formación, lo que determina la trascendencia y la necesidad de este aspecto en el proceso formativo de estos profesionales.

Se asume la existencia de una estética de la didáctica y la educación que determina la presencia de relaciones estéticas a todo lo largo del proceso formativo, sin embargo, la dinámica ofrece condiciones favorecedoras para activar el proceso homónimo sobre la base de la apropiación estética del contenido que es parte de la cultura, objeto didáctico durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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16. Klingberg L. Introducción a la Didáctica General. La Habana: Editorial Pueblo y Educación; 1972. p. 169-71.



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