La revolución tecnológica experimentada en la década de los años 70 del pasado siglo XX constituyó el punto de partida para el desarrollo creciente de la era digital; las investigaciones ejecutadas a principios de los años 80 permitieron la convergencia de la electrónica, la informática y las telecomunicaciones lo que posibilitó la interconexión entre redes. De esta forma, las tecnologías de la informática y las comunicaciones (TIC) se han convertido en un sector estratégico; su influencia desde entonces está presente cada vez más en la dinámica de la sociedad, sus éxitos dependen en gran medida de la capacidad para adaptarse a las innovaciones tecnológicas en su propio beneficio.¹

Las TIC juegan un papel importante en la educación superior porque obligan a transitar de la enseñanza de saberes a la constructiva; por lo que los autores se propusieron reflexionar sobre la incorporación de sus competencias en los currículos universitarios de pregrado y posgrado para enfrentar el desafío impuesto por la explosión tecnológica de la llamada era o sociedad del conocimiento.²

Gracias a la tecnología, la educación a futuro no solo consistirá en impartir o adquirir los conocimientos necesarios para realizar un determinado trabajo, sino desarrollar la personalidad de los estudiantes, al centrarse en sus fortalezas, adaptar la cantidad de tiempo dedicado a estudiar a sus necesidades y capacidad, con la evaluación de los resultados del proceso de enseñanza-aprendizaje y los métodos de enseñanza que pueden contribuir de manera más eficaz al desarrollo personal y profesional.

La tecnología educativa debe entonces, humanizar el proceso de aprendizaje y adaptarse a las circunstancias de los alumnos y profesores, para facilitar la labor docente, en el rendimiento académico, en la transmisión de información básica o respuestas a preguntas frecuentes.³

Hoy en día, autores como Díaz RP,⁴ afirman que la tecnología educativa constituye una disciplina encargada del estudio de los medios, materiales, portales web y plataformas tecnológicas al servicio de los procesos de aprendizaje; en cuyo campo se encuentran los recursos aplicados con fines formativos e instruccionales, diseñados originalmente como respuesta a las necesidades e inquietudes de los usuarios. Estos autores coinciden en el estudio del uso de las TIC’S en el proceso de enseñanza y aprendizaje (tanto en contextos formales como no formales), así como el impacto de las tecnologías en el mundo educativo en general a través de las tecnologías educativas. Alegan que todo radica en un enfoque sociosistémico, donde esta, siempre analiza procesos mediados con y desde una perspectiva holística e integradora.⁵

En un breve recorrido por la historia de la Tecnología Educativa (TE) en Cuba, en el decursar del año 1975 y en el área de las ciencias médicas, el Dr. Presno Albarrán funda el Centro de Cibernética Aplicada a la Medicina (CECAM), que tuvo el mérito de ser la primera institución del país, casi una década después de su creación, en incursionar en la Enseñanza Asistida por Ordenador (EAO) aplicada a la Medicina, dada la disponibilidad de algunas microcomputadoras y personal calificado para desarrollar este trabajo.⁶

Por otro lado, la educación a distancia se llevó al pre y posgrado en el campo de las Ciencias Médicas, por la existencia de la "Universidad Virtual de la Salud" en la Red Informática de la Salud (Infomed), a la que se han sumado varias universidades cubanas que ofrecen programas en esta modalidad de formación mediados por los entornos virtuales de aprendizaje (EVA).⁷

En el año 2008 surge la página Web de Histología, en respuesta a la necesidad de contar con un medio que permita tener acceso a la información referente a cómo se plantea el desarrollo del proceso de formación de los profesionales de la Salud en Cuba desde la Disciplina Histología, así como a las experiencias de otros países que puedan contribuir a su perfeccionamiento.⁸

La Histología, lejos de ser una rama de la medicina muerta o sin proyección, constituye campo de conocimientos con gran vitalidad y dinamismo, lo cual se aborda en las propuestas resultantes de la investigación de los autores desde tres vertientes. En primer lugar, los conocimientos de diferentes áreas para llegar a comprender la realidad del mundo biológico y sugerir explicaciones a los fenómenos que se observan, aspecto desde el cual la Histología aporta conocimientos acerca de la estructura microscópica y del sustrato que aporta a procesos fisiológicos, bioquímicos e inmunológicos, situación reflejada en la exigencia de revistas científicas a la evidencia de la integración histológica con la funcional.

En segundo lugar, la Histología está presente día a día en la clínica y la práctica médica. Está presente cuando el médico toma una biopsia y la fija para que ulteriormente sea procesada; está presente cuando el médico anatomopatólogo discrimina entre las estructuras microscópicas normales y anormales para realizar su diagnóstico; está presente cuando el médico clínico tiene que realizar algún razonamiento fisiopatológico integrado de alguna enfermedad. Esta presencia de la histología en la clínica se inicia cuando se enseña sólidamente en las aulas al mostrar los aspectos estructurales de células, tejidos y órganos y su relación con sus funciones y con la práctica médica para darles significancia.⁹

La asignatura Célula, Tejidos y Sistema Tegumentario, ubicada en el primer año de la carrera Medicina e implementada en el curso 2016-2017 como parte del Plan “D” de la carrera, se ocupa del estudio de la estructura y funciones generales de la célula y los tejidos que integran el organismo humano, así como de los métodos que permiten el estudio de su estructura microscópica. Esta asignatura comprende un gran volumen de información, a lo que se suma un manejo poco adecuado de los contenidos y, consecuentemente, una pobre apropiación del sistema de habilidades de la disciplina en estudiantes que inician su formación en la enseñanza superior.

A lo anterior habría que agregar una baja disponibilidad de recursos en plataformas tecnológicas para el aprendizaje de la asignatura, el acceso limitado a la Web y el fenómeno de la masificación estudiantil por la alta demanda de matrícula que durante los últimos años ha caracterizado la carrera de Medicina en las diferentes universidades del país. Todo ello engloba una problemática que obliga al diseño de una estrategia didáctica adecuada, en cuanto a métodos y medios a emplear basados en metodologías innovadoras dirigidas a favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Histología, disciplina que por su grado de abstracción requiere, más que otras, de la información vinculada a la percepción visual.

Enseñar y aprender Histología, ha sido un reto para los actores del proceso docente educativo, por lo que nada mejor que el empleo de las TIC para romper con la práctica habitual de la enseñanza de la disciplina, promover la autonomía del estudiante, la autogestión del aprendizaje con la guía del profesor, y por ende, la adquisición de una metodología de trabajo adecuada al futuro desempeño profesional.

Estas características indican la utilización oportuna de una aplicación informática, por tanto, se define como objetivo de este trabajo desarrollar una aplicación Web interactiva relacionada con el proceso de enseñanza-aprendizaje de los temas Célula y Tejidos Básicos, correspondiente a la asignatura Célula, Tejidos y Sistema Tegumentario.