Intervención educativa sobre alcoholismo en adolescentes de la comunidad Tchioco
RESUMEN

Introducción: en la adolescencia uno de los comportamientos de riesgos a la salud más preocupantes es el consumo de sustancias tóxicas, y específicamente el consumo de alcohol.

Objetivo: modificar el nivel de conocimiento sobre el alcoholismo de los adolescentes de la comunidad de Tchioco, Huila, Angola, en el período de abril a diciembre de 2021.

Métodos: se realizó un estudio de intervención educativa. El universo estuvo conformado por 73 adolescentes, entre 13 y 19 años; de los cuales se seleccionó una muestra de 35 adolescentes, a través del método aleatorio simple. La recolección de los datos se realizó mediante una encuesta inicial validada por criterio de expertos, la cual se reaplicó luego de la intervención educativa.

Resultados: predominó el grupo de adolescentes entre 16 y 19 años del sexo masculino. Al inicio de la investigación se comprobó un inadecuado nivel de conocimientos sobre el alcoholismo en cada uno de temas tratados.

Conclusiones: con la intervención educativa se logró modificar favorablemente el nivel de conocimiento de los adolescentes de riesgo y se demostró la efectividad del programa educativo.

DeCS:
    • ADOLESCENCIA;
    • ALCOHOLISMO;
    • SUSTANCIAS PSICOACTIVAS;
    • ESTUPEFACIENTES;
    • DROGAS ILÍCITAS.

INTRODUCCIÓN

El consumo de sustancias psicoactivas a lo largo de la historia, se ha manifestado en relación con las características socioeconómicas e ideológicas de las sociedades. En 1849, Magnus Huss, médico sueco, habló por primera vez del término alcoholismo; medio siglo después Jellinek, en sus trabajos, determinó el alcoholismo como una enfermedad.1

El alcoholismo constituye un flagelo que alcanza en mayor o menor grado a todas las sociedades del mundo. Se ha considerado a lo largo de la historia hasta los momentos actuales como el causante de múltiples problemas relacionados con el bebedor, su entorno familiar y socioambiental.2,3

En los últimos tiempos ha existido un incremento de la ingestión de bebidas alcohólicas en países muy poblados de África y Asia, incluidas India y Sudáfrica. El consumo excesivo de alcohol se ha convertido en un problema en muchas naciones desarrolladas como Rusia y los Estados Independientes de la Commonwealth (EIC), donde una de cada cinco muertes se debe a la ingesta de alcohol, con el índice más alto.2,3

A nivel mundial los datos sobre el consumo excesivo de alcohol (definido como 60 gramos o más de alcohol puro en al menos una ocasión al mes) arrojan cifras de hasta 18,2 % durante el 2016 en el total de la población. En la actualidades aún alta, sobre todo en partes de Europa del Este y en algunos países del África subsahariana (más del 60 % entre los bebedores).3

Por otra parte, en el continente americano, estudios realizados en Ecuador por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, revelaron que la dependencia del consumo de drogas, entre ellas el alcohol, es la más alta (51 %) en relación a otros países de Sudamérica, comoChile (20 %), Uruguay (20 %) y Perú (36 %).Como hallazgo importante del estudio fue el desconocimiento de los adolescentes sobre los efectos reales del consumo de estas sustancias y la falta de apoyo familiar, como factores predisponentes para este tipo de conductas de riesgo.1,3

La problemática del alcohol cobra todavía mayor importancia si se desarrolla en la adolescencia;6 ya que el consumo de alcohol en los adolescentes se corresponde con algunas situaciones como problemas de identidad, baja autoestima, tendencia al aislamiento y a la depresión, impulsividad, conductas rebeldes, conflictos en el rol sexual y otros problemas de salud mental; lo que permiteen esta etapa de la vida ser más proclives a implicarse en comportamientos adictivos diversos, y en particular, a esta sustancia.2,4,5,7

Existen evidencias de que las personas comienzan a beber a edades cada vez más tempranas, lo que trae graves consecuencias en la salud ya que durante la adolescencia el alcohol puede producir cambios estructurales en el hipocampo y dañar permanentemente el desarrollo cerebral, además, durante los primeros años de la adolescencia puede suprimir la secreción de ciertas hormonas reproductivas femeninas, retrasar la pubertad y afectar de forma adversa la maduración del sistema reproductivo. El alcohol es la principal causa de sexo no seguro que puede causar VIH-sida, infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados en adolescentes.2,4,5

En el 2018, reportes de la OMS a nivel mundial plantean que unos 320 000 jóvenes entre 15 y 29 años de edad, mueren por causas relacionadas con el consumo de alcohol, lo que representa un 9 % de las defunciones en ese grupo etáreo. El alcoholismo ocupa el tercer lugar entre los factores de riesgo de la carga mundial de morbilidad; es el primer factor de riesgo en el pacífico occidental y América, y el segundo en Europa.3,6

El exceso en el consumo de alcohol suele ser el primer paso antes de probar la marihuana o la cocaína. El alcohol es, en muchos casos, el camino a la droga y muchos jóvenes han comenzado a transitarlo.7

Identificar de forma temprana el uso o abuso de alcohol en esta población es determinante para motivar a los profesionales de la salud a diseñar intervenciones encaminadas a la prevención o reducción del consumo de alcohol, sobre todo en grupos vulnerables, como son los adolescentes.1,8

Con el objetivo de modificar el nivel de conocimientos sobre alcoholismo en adolescentes, y promover estilos de vida más sanos con la consecuente disminución del consumo de alcohol; se decide realizar esta investigación.

MÉTODOS

Se realizó un estudio de intervención comunitaria, con la finalidad de modificar los conocimientos sobre alcoholismo, en adolescentes de la comunidad Tchioco, en Lubango, Angola, en el período de abril a diciembre de 2021.

Para la obtención de la información se establecieron coordinaciones de trabajo con los adolescentes seleccionados, donde se les explicó los objetivos de la investigación.

El universo estuvo constituido por 73 adolescentes de la comunidad Tchioco, cuyas edades estaban comprendidas entre los 13 y 19 años; de los cuales se seleccionó una muestra de 35 adolescentes, a través del método aleatorio simple.

Los criterios de inclusión fueron: residir en el área durante la investigación y encontrarse en plena capacidad mental. Se excluyeron los adolescentes que no cumplieron los requerimientos anteriores.

La investigación se desarrolló durante tres etapas: diagnóstica para identificar las necesidades de aprendizaje de los adolescentes sobre el tema, intervención propiamente dicha y la etapa de evaluación del impacto de la intervención.

La recolección de los datos se realizó mediante una encuesta inicial validada por el criterio de expertos (un psiquiatra, un médico legal y un médico general integral); que permitió valorar el nivel de conocimiento sobre alcoholismo en el grupo de estudio. Los datos se introdujeron en una base de datos confeccionada al efecto y procesados mediante el paquete estadístico SPSS 21.0. Se realizó el análisis estadístico y organización en tablas de frecuencia donde se reflejó el comportamiento de las variables estudiadas a fin de facilitar su comprensión.

Al inicio de la investigación se explicó detalladamente a los adolescentes y a sus padres en qué consistía el estudio y cuáles serían sus beneficios, quienes expresaron su consentimiento participativo (adolescentes) y la autorización (los padres o tutores) para formar parte de él. Toda la información utilizada en este estudio se conservó bajo los principios de máxima confidencialidad. El uso de la misma ha sido únicamente con fines científicos.

Para la realización de la intervención, los adolescentes trabajaron con los autores con una frecuencia quincenal durante los meses de julio, agosto y septiembre de 2021, con un total de seis sesiones de una hora de duración.

Debido a las barreras idiomáticas, en cada sesión se contó con la presencia de una enfermera angolana con amplio dominio del español, quien sirvió de intérprete para facilitar la comprensión de cada tema. Según el grupo de estudio, se utilizó un lenguaje claro, sencillo y de fácil comprensión, sin abusos de términos médicos.

Las actividades se realizaron en el aula de capacitación del Centro de salud de Tchioco. El programa educativo contó del siguiente plan temático:

Sesión 1 Hola y evaluación inicial

Sesión 2 Características psicosociales de los adolescentes y su vulnerabilidad ante el consumo de alcohol.

Sesión 3 Causas más frecuentes del consumo de alcohol en adolescentes.

Sesión 4 Conozca los mitos sobre el alcohol y cuándo buscar ayuda.

Sesión 5 Repercusión del alcoholismo en la salud, la personalidad y la sociedad.

Sesión 6 ¿Cómo nos fue?

Después de terminada la intervención se reaplicó la encuesta inicial a los adolescentes, con la misma metodología para su evaluación que en la etapa diagnóstica; lo que permitió comparar el conocimiento que poseían antes y después de la intervención; se valoró de esta forma la factibilidad del método empleado.

Se utilizó como medida resumen el porcentaje y se aplicó el test de Mc Nemar para evaluar los cambios significativos con un error permisible de un 5 %.

RESULTADOS

Se encontró predominio del grupo etario de 16 a 19 años de edad, el sexo predominante fue el masculino. El 85,7 % de estos adolescentes refiere consumir bebidas alcohólicas; el sexo masculino es el más afectado con 51,3 %. (Tabla 1)

Fuente: Encuesta

El 82,7 % de los adolescentes participantes en la investigación refiere que sus padres y familiares ingieren bebidas alcohólicas, por lo que se considera este hecho como un factor influyente en la adopción del mismo hábito. (Tabla 2)

Distribución de los adolescentes de la comunidad Tchioco, según antecedentes patológicos familiares de consumo de alcohol, en el período abril a diciembre de 2021.

Fuente: Encuesta

Antes de la intervención educativa solo el 20 % de los adolescentes tenían conocimientos adecuados en relación a la definición del alcoholismo, luego de la intervención este porciento se elevó al 65 %. En cuanto a los factores de riesgo relacionados con el consumo de alcohol antes de la intervención, el 6 % de los encuestados tenía un conocimiento adecuado sobre el tema; después de la intervención se incrementó al 80 %.

Los efectos nocivos del consumo de alcohol en la adolescencia solo eran conocidos por el 16 % de los adolescentes, luego del programa educativo, el 89 % de los adolescentes tuvo un conocimiento adecuado sobre ellos. Las medidas para prevenir el alcoholismo solo eran conocidas antes de la intervención educativa por el 38 % de los encuestados, después de la intervención educativa el 100 % de los adolescentes tuvo un nivel adecuado sobre las mismas. (Gráf. 1)

Gráf. 1 Distribución de los adolescentes según nivel de conocimientos sobre temas relacionados con el alcoholismo

Después de realizar la Prueba de McNemar y aplicar la estrategia educativa se puede apreciar que fue eficaz, pues antes de la intervención el 8,5 % de los adolescentes tenía un nivel de conocimiento adecuado sobre el alcoholismo, posterior al programa educativo, el 94 % de los participantes alcanzó un nivel de conocimiento adecuado.

Las sesiones de trabajo grupal a través de técnicas participativas, favorecieron la motivación de los adolescentes y de esta manera se modificó favorablemente su nivel de conocimiento sobre el tema. (Tabla 3)

Evaluación general de los adolescentes antes y después de la intervención educativa.
Nivel de conocimiento Antes de la intervención Después de la intervención
No. % No. %
Adecuado 3 8,5 33 94
Inadecuado 32 91,5 2 6
Total 35 100 35 100

Fuente: Encuesta

DISCUSIÓN

De la Rosa y cols,6 encontraron en una investigación realizada en la provincia Granma, un predominio del grupo etario de 15 a 19 años, lo cual coincide con la presente investigación. Por su parte Macías y col,1 en un estudio realizado en Ecuador, tuvieron resultados diferentes con respecto a este trabajo; en su estudio predominaron los adolescentes entre 11 y 14 años.

Estudios realizados en adolescentes universitarios latinoamericanos en países como Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, mostraron edades de inicio de consumo de bebidas alcohólicas alrededor de los 15 años; lo que coincide con la presente investigación.9

El Observatorio Nacional sobre Drogas de España encontró una clara tendencia a la equiparación en cuanto al consumo de bebidas alcohólicas en los sexos femenino y masculino. En este estudio también se evidencia esta preocupante tendencia en cuanto al sexo femenino.2

El 85,7 % de los adolescentes de este estudio refirió consumir bebidas alcohólicas con regularidad; con un porciento mayor que en otros estudios que muestran cifras diferentes tales como 62, 7 %6) y 45 %.1) En cambio, en otro estudio realizado en Paraguay, en 2016,7 el consumo de bebidas alcohólicas de los adolescentes alcanzó la alarmante cifra del 95 %.

A pesar de que el consumo de alcohol se evidencia cada vez más en edades menores, este comportamiento predomina en la segunda etapa de la adolescencia.2,9,10 El cambio de nivel de enseñanza, la fiesta de los 15 años, acercarse a los 18, facilita que el adolescente sienta un mayor control sobre su vida, sus decisiones y por tanto de lo que es bueno o no para su salud, así como la manera en que celebran sus triunfos.2 Sin embargo, puede apreciarse que 10 de los adolescentes estudiados (28,5 %) se encuentran en el grupo de 13 a 15 años.

En Canadá el 40 % de los adolescentes comienzan a beber a los doce años, en Inglaterra los varones inician su consumo a los 13 y en Suiza a los 12.2) En Colombia el 76 % de los adolescentes ya han iniciado el consumo de bebidas alcohólicas a los 17 años.2,9) Es importante resaltar que el 34, 2 % de las féminas encuestadas consumen bebidas alcohólicas con asiduidad, no obstante en la bibliografía se describe menor tolerancia y mayor riesgo de las féminas ante el alcohol.11,12,13,14

Para algunos autores el factor de riesgo más importante para los adolescentes iniciarse en el consumo de una sustancia, es el consumo de los padres y familiares2,7,15) y ha sido corroborado en varios estudios; lo que coincide con esta investigación.

El alcoholismo tiene una etiología multicausal, en tanto que en él parecen influir factores como: la disfuncionalidad familiar, patrones educativos inadecuados, la presencia de conflictos psicológicos, limitaciones en el desarrollo personal, la falta de información sobre sus riesgos y consecuencias, así como la propia representación social que los jóvenes tienen sobre este problema de salud.1,16

La adolescencia y la juventud se consideran etapas de riesgo en lo relacionado con la posibilidad de aparición de adicciones, debido a la necesidad de independencia y autoafirmación, la curiosidad, sensación de invulnerabilidad, búsqueda de emociones y de aceptación en el grupo de iguales, sobre todo esto último, ya que la aprobación de los coetáneos se convierte en el principal motivo de conducta y fuente de bienestar emocional por excelencia del adolescente.17

Gajer y Margulis,7) plantean que las causas que llevan a consumir alcohol a la juventud son múltiples y variadas. Para algunos, significa el falso atractivo de entrar en el mundo de los adultos y romper con las pautas que marcan el universo de la niñez.11,12) Para otra mayoría, no hay verdadera diversión sin alcohol de por medio, y ello porque el alcohol, aún consumido en pequeñas cantidades, estimula la corteza cerebral y vuelve a las personas más desenfadadas y ocurrentes.8,18 El problema es que tras esos primeros efectos de euforia aparece una pérdida de autocontrol y las personas asumen conductas que sin el catalizador etílico no serían capaces de adoptar.19

En el presente estudio las principales causas que motivaron a los adolescentes a consumir alcohol fueron esencialmente tres: el hecho de tener un fácil acceso a las bebidas alcohólicas, para olvidarse de los problemas, y para sociabilizar. La primera de estas tres razones coincide con los estudios realizados por Macías en 2019, (1 en Ecuador y por Gajer y Margulis en Paraguay; quienes plantean que el alcohol representa una droga "lícita" con la cual se inician los jóvenes en el vicio adictivo porque es barato, accesible y socialmente aceptado.7

Se ha demostrado que la actitud social ante los patrones de consumo de sustancias psicoactivas es uno de los factores más trascendentes como mediadores en la prevención de sus consecuencias. (16,17 Por tal motivo, las acciones de promoción de salud juegan un importante papel en la elevación del nivel de conocimientos sobre los efectos nocivos del alcohol, lo cual aumenta la percepción de riesgo y, por consiguiente, la adopción de estilos de vida saludables.1

CONCLUSIONES

Predominó el sexo masculino y el grupo de adolescentes entre 16 y 19 años. Al inicio de la investigación se comprobó un inadecuado nivel de conocimientos sobre el alcoholismo en cada uno de temas tratados. Con la aplicación de la intervención educativa se logró modificar favorablemente el nivel de conocimiento de los adolescentes de riesgo y se demostró la efectividad del programa educativo.

Notas al pie:
  • Ninguna

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Historial:
  • » Recibido: 11/07/2022
  • » Aceptado: 01/01/2023
  • » Publicado : 01/01/2023


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