El sobrenombre de Che tiene antecedentes, por ejemplo en Argentina, en su primer viaje por Suramérica junto a su compañero de años Alberto Granado, en Perú se les llamó “los Ches”, en México cuando los preparativos de del viaje a Cuba en el yate Granma, la mayoría de los futuros expedicionarios le llamaban Che, después del desembarco en Cuba el nombre de guerra fue tomado como Che, posterior al triunfo de la Revolución y otorgada la ciudadanía cubana el 9 de febrero de 1959, ya resultaba difícil que el ejemplo del comandante Ernesto Guevara de la Serna se pudiera retirarle el sobrenombre de Che, con el cual fue más conocido internacionalmente, firmaba documentos de extrema importancia para la vida económica, política y social del país, nombre con el cual oriento y guio luchas encaminadas a liberar a países del yugo colonial o imperial. Su muerte en Bolivia hizo pensar que desaparecería su nombre y legado, para sorpresa del mundo, este acontecimiento lo llevó a la condición de Paradigma.^6,7

El Comandante Che Guevara en Pinar del Río y su relación con la fecha de la invasión a Playa Girón

El sábado 15 de abril de 1961, el Che Guevara participó en el municipio de San Cristóbal en el acto de recibimiento a los milicianos que estuvieron en la lucha contra las bandas contrarrevolucionarias en la Sierra de los Órganos en Pinar del Río y el Escambray en Las Villas.

Después pronunció un discurso a unas tropas que nuevamente acudirían al llamado de la Revolución. Acto que antecedió a la movilización iniciada en respuesta a los ataques mercenarios efectuados contra los principales aeropuertos cubanos y que sirvieron para que la máxima dirección del país pudiera alertar y tomar medidas ante la inmediata agresión directa a Cuba. En este discurso denunció a las autoridades norteamericanas de actuar como fascistas, destacó la actitud de los gobiernos de Brasil, Ecuador y México que decidieron apoyar a Cuba para denunciar la agresión realizada y la amenaza inminente de intervención. Convocó la necesidad de mantener la unidad del pueblo ante la situación y a no abandonar los objetivos de la construcción pacífica y el progreso de la nación, entre otros importantes aspectos. ⁽⁸ Además este acto sirvió de marco para clausurar la Semana de la Salud Pública desarrollada en La provincia de Pinar del Río.

El Che entonces designado como Jefe militar del Ejercito Occidental, estableció su Comandancia en el municipio de Consolación del Sur, Pinar del Río, pues realmente siempre hubo la posibilidad de que las costas de la provincia fueran sitios directos de ataque por parte de las tropas mercenarias y que finalmente y después de haber realizado maniobras por el norte de la provincia de desinformación, llevaron a efecto el desembarco por Bahía de Cochinos, Playa Girón, Ciénaga de Zapata al sur de la provincia de Matanzas entre el lunes 17 y el miércoles 19 de abril de1961.^9,10

En esa fecha el entonces cuartel de la ciudad, donde estaba asentado el Escuadrón 63 de Consolación del Sur (actual hospital 27 de Noviembre) se convirtió quizás en la unidad militar más importante de la provincia, pues el conocido Regimiento de Pinar del Río (hoy Escuela Tecnológica “1ro de Mayo”) había sido trasladado hacia esa ciudad, cumpliendo un enunciado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz de convertir los cuarteles en escuelas.

Se llamaba Escuadrón a la estructura de los cuarteles de la Guardia Rural del Ejercito de Batista, pues todas contaban con una construcción larga frontal, con dos construcciones laterales en disposición izquierda y derecha, con un patio central y al fondo la caballería que le era propia.

Se ha determinado históricamente que estando en su comandancia en Consolación del Sur, cerca del mediodía del lunes 17 de abril de 1961, el Che estaba en la oficina del Jefe del Ejército de Pinar del Río, comandante Dermidio Escalona (situada a la izquierda, en la sección interior del ala frontal del edificio (en relación a la carretera Central) junto a los compañeros Oscar Valdés Guergo, Julio R. Cáceres (Patojo, amigo personal del Che, guatemalteco que se había incorporado al proceso revolucionario activamente y otro combatiente de apellido Veguitas. El Che sale de la oficina, camina a lo largo del pasillo hasta una puerta lateral del ala derecha del edificio que comunicaba al patio interior a un recorrido de los tantos que hacía de rutina.¹¹

Estando casi en la mitad del patio referido, el Che tropieza con un tubo de agua que lo atravesaba. Debido a los movimientos incordinados que provoca esta situación, la pistola Stechkin soviética de nueve milímetros y veinte tiros que llevaba a su cintura se sale de la cartuchera y cae sobre el tubo provocando el disparo accidental que le provoca una herida de situación facial.

Al sentir el disparo, acuden al lugar compañeros de la oficina, soldados y la escolta situada cerca. Quizás por el sangramiento inicial y la confusión del momento no se podía precisar realmente donde estaba la herida, pero sí se testimonia que el Che estaba consciente y les relata lo ocurrido.

Atendiendo a una publicación del domingo 7 de octubre del 2007 del periódico Juventud Rebelde, se señala que ésta herida del Che era la sexta que recibía, dentro de las que motivaron atención especial. Las precedentes habían sido: 1938 en Alta Gracia, Argentina en el pie; 1951 en el primer recorrido por América, en el pie; 5 diciembre de 1956 en Alegría del Pío en Cuba, en el cuello; 8 de diciembre 1957 en choque contra tropas de Sánchez Mosquera en el tobillo izquierdo; Diciembre de 1958 en Cabaiguan, Las Villas en la región supraciliar derecha, además de trauma en codo y muñeca.¹²

Conducido por un pasillo lateral derecho (ubicándonos desde la carretera Central) es llevado a la salida del edificio donde es llevado en un carro (señalado como marca Dodge) del entonces jefe de la Seguridad Militar Héctor García, manejando Senén Hernández y también el escolta Tamayo, es conducido al hospital León Cuervo Rubio de Pinar del Río. El resto de la escolta se traslada en dos carros marca Chevrolet del año 1959, que eran los oficiales del Che para sus movimientos.

Mientras esto ocurría en esa parte del edificio el combatiente Veguitas viene corriendo a la oficina y le comunica a Oscar lo ocurrido y le orienta que llame de inmediato al hospital. El teléfono de la oficina era de magneto y que debía solicitar la llamada a lo que entonces funcionaba como central de Consolación del Sur y la viabilizaba la compañera Hortensia Martínez Romay y una hermana llamada Inés (local que además constituía su vivienda). Desde este lugar es que finalmente se realiza la comunicación de traslado de un dirigente de la Revolución que iba herido de bala para el hospital (según referencias de ellas posteriormente). Este relato histórico se debe al combatiente Oscar Valdés Guergo, entonces trabaja en la oficina del Comandante Dermidio Escalona, puesto mando del Che, como secretario o jefe de Despacho, además del soldado Jorge Urra Varón, oficinista del Estado Mayor. Ambos combatientes para dar crédito a sus declaraciones se comunicaron en la Habana con el chofer, a la vez escolta del Che llamado Senén Hernández.^13,14

Artículo publicado sobre el Che

En la introducción del artículo periodístico de Juventud Rebelde escrito por Luis Hernández Serrano, se lee ... “Mientras medios imperialistas propagaban la calumnia de que el Che había tenido problemas con la dirección de la Revolución, debido a su ausencia en los combates de Playa Girón; el guerrillero era atendido de urgencia por una herida de bala en la cara: JR dialogó en exclusiva con el médico que lo atendió”… Se refiere al doctor Orlando Fernández Adán.

Después de describir el médico la forma en que fue avisado del accidente del Che, por parte de José “Pepito” Argibay, por entonces segundo jefe militar de Pinar del Río, el reporte continuo… “corro rumbo a Consolación del Sur, donde se encuentra instalado el Puesto de Mando. Allí sé que al Comandante Guevara lo han trasladado hacia el Hospital Provincial de Pinar del Río”…

Después describe en la forma que se sintió y de cómo se traslada hacia la ciudad de Pinar del Río, acompañado de un anestesista, señalando que era muy bueno, además de la velocidad con que lo hizo.

Más adelante continúa el artículo refiriendo: …FIDEL PREGUNTA CONSTANTEMENTE CÓMO ESTÁ…

Continúa la descripción realizada en el artículo periodístico:

No puedo omitir que la inflamación del hematoma propio del balazo le oprime al Che el nervio facial. Es algo muy lógico, pero no grave. Por esa situación nueva yo no voy a intervenirlo quirúrgicamente.

Después se extiende el relato: “Un miércoles trasladamos al Che para la casa de Pepito Argibay, donde está mucho más cómodo y con mayor privacidad. Pero el jueves el Comandante se va para Girón. ¿Quién puede impedirlo? Únicamente Fidel o Raúl. “A mí no me pregunta absolutamente nada. Yo no le he dado el alta; se va porque sí. Actúa como jefe y como médico”.

Finalmente se expresa: “A los dos o tres meses Aleida March me dijo que el Che le confesó a un compañero le había gustado mi actuación profesional en el caso de su accidente. Que manejé muy bien aquello, y que estaba agradecido de mi ayuda. Entonces le pregunté, sonriente a Aleida: Chica, ¿y por qué no me lo dijo a mí? Aleida se Río y me respondió “Alan, porque si él te dice eso, si te elogia personalmente, deja de ser el Che. ¿Tú no crees?.⁵

Realidad histórica. Llegada al hospital

El día lunes 17 de Abril de 1961, en un horario cerca del mediodía, el enfermero de Cuerpo de Guardia (antes sala de pensionados y penados) del hospital Segundo Cecilio González Rodríguez, con turno fijo de 7 a.m. a 3 p.m. Vestido con el traje de miliciano (gran cantidad del personal del hospital estaba en iguales condiciones por la situación del país en ese momento) va desde el Cuerpo de Guardia hasta la Farmacia (entonces situada en el primer piso del edificio central, casi llegando al salón de entrada del hospital).

La que trabajaba en lo que se denominaba pizarra telefónica (teléfono de magneto) y de nombre Sarah, le informa de la llamada recibida desde Consolación del Sur, donde le avisan que viene herido de bala un dirigente de la Revolución (no se dijo que era el Che) para que tomaran de inmediato las medidas pertinentes.

De inmediato comunica al médico de guardia en ese momento Dra. Carmen Busto (esposa del Capitán del Ejército Rebelde Omar Fernández) y envía el aviso para los directivos del hospital. Se comienzan los preparativos.

Poco tiempo después llega al cuerpo de guardia una máquina de donde se baja en primera instancia el Che, por sus propios pies, con la mano en la herida tapándola con un pañuelo. El Che, aseguran que estaba totalmente consciente, lenguaje coherente, el mismo refiere que es una herida superficial. En el intercambio entre ellos y ya dispuestos a recibirlo en el salón de operaciones de inmediato, el Che no quería trasladarse hacia el salón en camilla, le explican la necesidad (posible algunos de la seguridad también hayan influido) de transportarlo de esa manera. La camilla es guiada por la Dra. Carmen Busto y empujada por el enfermero hasta el elevador (con el cuidado del personal de seguridad) por el pasillo que une el Cuerpo de Guardia de entonces hasta el costado del elevador en el primer piso del edificio central. Por este suben y lo entran directamente al salón situado a la izquierda (con relación a la entrada principal).

Dentro del salón de operaciones.

Para mejor comprensión es necesario describir la estructura general del entonces salón de operaciones. Contaba con un pasillo central que por el ala izquierda (relación a la entrada) tenía un salón de reunión de profesionales de la unidad, vestidor y baño, continuaba con otro local y finalmente el salón A (donde el Che). Por el ala derecha comenzaba con un salón de legrados, un local llamado tobogán, donde se introducía la ropa sucia y la trasportaba a los bajos con la lavandería, continuaba con otro local y el salón B. Al final del pasillo estaba una esterilizadora, los lavamanos y otros aditamentos propios de una unidad quirúrgica.

Se testifica que dentro del salón de operaciones propiamente dicho, con el Che únicamente estuvieron los siguientes compañeros:

Ya acostado en la cama el Che solicita le sean retiradas las botas. También y alegando su alto grado de alergia el Che niega toda participación del anestesista y solicita todo el proceso de curación sin intermediar anestesia de ningún tipo. Aspecto que se cumple y una vez limpia la zona se comprueba una herida a sedal en la mejilla derecha y no la izquierda como en otros trabajos se puede leer, la cual fue regularizada y afrontada con los procederes usuales. Confirma este testimonio la foto tomada y observada en el documental del 2002 “médicos en Girón”.¹⁵

Dijeron que en el pasillo central del salón, que como puede suponerse esta dentro de la unidad quirúrgica, pero no dentro del salón donde el Che recibiendo la atención quirúrgica, se mantenían muchas personas militares y civiles, admitiendo que estos eran dirigentes de las organizaciones de gobierno de la provincia.

Se relata que el Comandante pidió ser trasladado a un lugar que estuviera cerca de la puerta de salida del hospital, siempre con la intención (manifestada a los presentes) de que cuando se sintiera bien retirarse a sus funciones militares, extremadamente importante en esos momentos.

Comunicado el deseo al personal de seguridad y a los directivos del hospital fue preparado de inmediato otro lugar en la planta baja que no era el previsto inicialmente en la segunda planta en la sala de mujeres, en su cubículo final (la más cercana al salón de operaciones).

Del salón donde recibió la atención el Che fue trasladado en camilla hasta el vestíbulo, donde la seguridad personal se hizo cargo del resto de las maniobras propias de traslado de un paciente que sale del salón de operaciones. Es bajado nuevamente por el elevador y conducido por el pasillo central interior del hospital con dirección a la puerta del frente y conducido al ala izquierda del edificio, (tomando como referencia la puerta de entrada principal por la carretera Central).

Se llega a la conclusión por la descripción brindada que el Che fue situado en lo que entonces era el dormitorio del administrador del hospital de apellido o sobre nombre Garganta, que contaba con las condiciones para una estancia de restablecimiento (cama y baño). Y años posteriores fue colocada una tarja alegórica al momento histórico.

Personal en la atención directa del Che en el Hospital

Al principio de la Revolución en la provincia de Pinar del Río se conformó un grupo llamado “Milicias Médicas” (embrión de lo que después fue el aseguramiento médico de la Seguridad Personal del MININT). Los integrantes de este grupo eran los que se movilizaban para la atención a dirigentes y personalidades que acudían a la provincia. En el año 1961 era dirigido por el Dr. Ángel García García, anestesista. Por lo tanto se puede deducir que en el salón de operaciones menos el Dr. Nicolás Pérez Lavín, los demás participantes eran miembros del grupo operativo. Otros integrantes que no intervinieron directamente en la atención, sin embargo, fueron movilizados en otras gestiones durante la estancia en el centro del Che. (Gestiones médicas y de seguridad).

¿Qué está ocurriendo paralelo a esta atención directa brindada al Che?

El Dr. Alfredo Láseres Ibáñez, director del hospital con un grupo de personas y otros directivos, desencadenan otras medidas:

Aquí tiene participación directa el entonces Jefe de Enfermeros del Hospital Rolando Miguel Ortega Sánchez, quien testimonia que hizo varias gestiones para localizar a varios compañeros.

Al final de esta situación de movilización se logra hacer lo que entonces se conocía como “Junta Médica” conformada por:

Se propone esta comisión para atender al Che en el postoperatorio. Atendiendo a las condiciones normales y estables que presentaba el paciente los “mandos” pertinentes no permitieron la actuación de dicha comisión, por considerarlas innecesario dado el buen estado del Comandante Che Guevara.

El Che después del Salón de operaciones

En reunión con la Dirección del hospital (Dr. Alfredo Láseres Ibáñez y miembros de la Seguridad Militar y posibles otros dirigentes) fue designada la enfermera Olga Alarcón Ulloa, para atender personalmente al Che en el lugar fijado con anterioridad. La misma tenía un historial de participación en la lucha contra Batista, miembro del grupo de Milicias Médicas y a la vez esposa del Dr. Jesús R. Contreras Cué, entonces Responsable de Sanidad Militar en la provincia.

¿Cuándo sale el Che del hospital?

Realmente de los que los atendieron directamente desde el punto de vista médico, de enfermería, y otras funciones del personal del hospital no pudieron determinar la hora exacta en la cual en Che abandonó el hospital. Lo que sí es un hecho real es que al irse no presentaba ni complicaciones ni otras alteraciones que le impidieran incorporarse a las tareas asignadas en la provincia por la alta dirección del Estado de la cual era el Che jefe militar de la provincia.

El colaborador en el estudio Oscar Valdés, en la entrevista realizada, refiere que el Che después que salió del hospital regresó a Consolación del Sur, a la Comandancia y que envío al Policlínico a buscar material de cura. Se retiró la que tenía del hospital, inspeccionó la herida en un espejo que tenían en la pared y después se volvió a curar o tapar la misma. De allí vino para la casa que ya tenía el Ejército Rebelde en las alturas de la carretera Central (la que hoy es el parte del Sanatorio de SIDA). También refería que había visitado la casa del entonces segundo Jefe militar de la provincia José “Pepito” Argibay, en la ciudad.

En un análisis de las informaciones pudiera entenderse la secuencia de la visita al jefe militar, la estancia breve en la Comandancia en Consolación del Sur y finalmente la también corta estancia en la casa militar en la carretera Central como una trayectoria lógica de quien tenía la máxima autoridad militar en la Provincia de Pinar del Río, por lo tanto, se puede considerar fiable.

Testimonios personales

Personas que brindaron testimonios de la participación personal en alguna fase de la atención en el hospital al Che, que vivían y gozaban de plena capacidad física y mental para tomar en consideración y con la posibilidad de ser consultados.

Son ellos por orden de contacto con el Che: los mencionados militares Oscar Valdés Guergo y Jorge Urra Varón y enfermero Segundo Cecilio González Rodríguez, además el enfermero Edelberto Caridad Acosta Montelongo, jefe de la sala de cirugía que lo vio en el cuarto con la enfermera Olga, dio datos de su posición en la cama. El enfermero Rolando Miguel Ortega Sánchez, jefe de enfermería del hospital y que colaboró en la localización de personal.

La enfermera Olga Alarcón Ulloa que fue la que más tiempo estuvo al lado del Che en el hospital y encargada de poner el suero antitetánico en microdosis y diluido según ha narrado en varias ocasiones, confirmo que para ver al Che solamente estuvo un alto oficial y por poco tiempo, además estuvo la compañera Emelina Ferro Macías (jefa de recursos humanos de la Seguridad del Estado provincial y además esposa de José Luis Carvajal “Güiro” Carvajal, después presidente de las ORI en Pinar del Río, con el que el Che tuvo relaciones directas de trabajo en la Organización)

Por último Pedro Pablo Licourt Hidalgo, miembro de la naciente Seguridad del Estado y que fue designado a labores propias en lugares donde la escolta del Che no cubría.

Como se señaló el objetivo de la investigación perseguía solamente la atención dentro del hospital del Che el día 17 de abril de 1961, pero la descripción publicada en el periódico Juventud Rebelde daba la oportunidad de investigar más al respecto y solo fue complementado con la publicación del libro de Aleida March “Evocación” donde en una parte del mismo escribió… “El Che partió de inmediato para Pinar del Río a ocupar su responsabilidad como jefe militar de la región de Occidente. De inmediato todos nos movilizamos; nosotras por nuestra organización femenina, la FMC”…

… “En esas peculiares circunstancias recibí la noticia de que el Che estaba herido y de que debía trasladarme hacia la provincia para atenderlo. Él pidió que no me dijeran lo ocurrido, o por lo menos hasta que no se supiera la gravedad del asunto, pero era imposible evitar que la noticia corriera. A mí me llegó directamente de Fidel, siempre comprensivo y amigo entrañable. Llevé a nuestra hija Aliucha -así llamábamos a Aleidita- a casa de Celia Sánchez, a pedido de ella, porque era un lugar seguro - a donde volví dos días después del aciago viaje, para recogerla-. Fue uno de los momentos más angustiosos por los que he pasado, sin conocer con exactitud lo sucedido ni lo que me iba a encontrar. Fue un viaje muy tenso, con la carretera repleta de tanques y combatientes movilizados”.

Continua Aleida “Llegue en la madrugada. Al Che, en fase de recuperación, recién lo habían sacado del salón de operaciones. Me le acerque y en mi nerviosismo, feliz el saber que no había sucedido nada grave, le dije que había tenido mucha suerte de que el tiro no le hubiera dañado ningún órgano. Me respondió sin pensarlo, de una manera jocosa: << qué suerte ni un carajo, entre tantos tiros tenía que tocarme este a mí>>, y pasó a explicarme lo que le había ocurrido: como consecuencia de un descuido de su parte, se le había caído la pistola, que estaba sin seguro dado el carácter de los acontecimientos, y el tiro le había entrado por la mejilla y salido por detrás de la oreja, siguiendo una ruta salvadora porque de cambiar siquiera unos milímetros, otro hubiera sido el resultado”…

Aleida en su libro que desmiente la mayoría de otras aseveraciones sobre el Che y su estado físico y mental.

… “ya hasta en las calles se comentaba acerca del desembarco enemigo y el Che apenas se recuperaba. Al otro día, a pesar de mis ruegos, partió al encuentro con Fidel, que ya estaba ubicado muy próximo a Girón, con el objetivo de ultimar detalles cruciales porque se rumoraba que iban a crear otras cabezas de playa en Bahía Honda y Cabañas, áreas que se encontraban en la jurisdicción bajo el mando del Che, además de la zona conocida como Bahía de Cochinos, en la antigua provincia de Las Villas. Con la rapidez con que fui a su encuentro, él mismo me regresó de nuevo para La Habana para atajar cualquier sugerencia o imprudencia de mi parte; recogimos a la niña y nos dejó en la casa. Pensé que el Che no podía seguir combatiendo a consecuencia de la herida recibida y con las condiciones de amenaza en que se encontraba la provincia a su cargo, pero me equivoqué. Después de coordinadas las tácticas a seguir con Fidel, regresó a Pinar del Río, y desde allí conoció la aplastante derrota del enemigo en las arenas de Playa Girón, el 19 de abril de 1961, después de asegurarse de que la amenaza lanzada a otros territorios, como Bahía Honda y Cabañas, no eran más que maniobras de desinformación enemigas”… ¹⁶

Por tanto las fechas señaladas en el artículo del periódico Juventud Rebelde en relación a los días de la invasión a Playa Girón y el accidente del Che, no coinciden con la realidad de las mismas. También corroborado por la descripción realizada por Aleida March en su libro Evocación al referirse al hecho. No le fueron realizados exámenes complementarios, la herida no pudo tener la trayectoria descrita, porque los profesionales entendidos comprenderán que hubiera dejado secuelas deformantes y señalar que el hospital solo contaba con teléfono en la llamada pizarra telefónica y área administrativa, situada cerca de la misma. No se pudo en la investigación precisar las numerosas llamadas realizadas por los altos dirigentes referidos en el artículo.

Posteriormente, quienes lo atendieron y tuvieron la oportunidad de estar a su lado en abril, volvieron bien pronto a saber del Comandante Ernesto Che Guevara de la Serna, pues tan solo transcurridos trece días de haber abandonado el hospital León Cuervo Rubio de Pinar del Río, el domingo 30 de abril de 1961 dictaba una Conferencia a través de la televisión nacional, al inaugurar el séptimo ciclo “Economía y Planificación” de la Universidad Popular. Su intervención trató acerca de la industrialización en Cuba, e hizo un pormenorizado análisis de la situación y perspectivas de las diversas ramas industriales del país. En esta presentación televisiva el Che no presentaba estigmas visibles de la herida facial.¹⁷

Otra presentación pública fue el lunes 8 de mayo de 1961 en el discurso en conmemoración de la muerte de Antonio Guiteras en que en otros aspectos se refirió y ejemplificó sobre la composición social de la derrotada tropa mercenaria de Playa Girón. También se refirió a la importancia histórica de la victoria de Playa Girón, en cuanto a que era posible mantener la marcha de la Revolución a pesar del imperialismo americano.¹⁸

Para muchos de los que no sabían inicialmente donde estaba realmente la herida, para todos los que hablaron de posibles deformidades producto de la misma, los que pensaban en secuelas funcionales, tuvieron la satisfacción de ver al Che, pleno de salud, sin ninguna deformidad facial como secuela.

Homenaje en el hospital León Cuervo Rubio

En el año 2012 en ocasión del 45 aniversario de su asesinato, nacionalmente se dedicó a resaltar su figura. Cada provincia y municipio proyectó actividades al respecto. El hospital León Cuervo Rubio de Pinar del Río, que tuvo la oportunidad de atenderle en un momento determinado en el año 1961 y teniendo ya la compilación de toda esa atención médica y lugares donde realmente estuvo su presencia física, se propuso un amplio plan de actividades específicas para mejorar la vieja estructura del hospital, para mejorar la atención a la población y mejorar su calidad de vida, otras para afianzar en obreros y estudiantes los valores integrales legados por el Che.

Fue designado el hospital para el acto provincial con la presencia de las máximas autoridades de Salud Pública de la provincia, de la Universidad Médica, de la Facultad de Ciencias Médicas de Pinar del Río, institución que lleva el nombre de Ernesto Che Guevara de la Serna. Además de solicitar la presencia del Historiador de la ciudad, de Combatientes de reconocida trayectoria en la clandestinidad y de la época en que el Che trabajó en la provincia, invitar a profesionales que lo atendieron directamente de ser posible y por último poner una tarja que perpetúe su presencia en el hospital, invitado de honor Carlos Vázquez Beltrán, oficial ® que estuvo a las órdenes del Che en Pinar del Río.

Por último el historiador de la ciudad el compañero Juan Carlos Rodríguez Díaz, que en su relato histórico destaco la figura del Che en su andar por Pinar del Río y de los monumentos que lo perpetúan, haciendo mención al conocido en Pinar del Río como el de “componentes electrónicos” y el de la Facultad de Ciencias Médicas, pues ambos han tenido y tienen un alto significado en las perspectivas de desarrollo de la provincia.

Seguidamente todo el personal fue convocado al lugar exacto donde estuvo el Che (ahora Cuerpo de Guardia) para develar la tarja alegórica, hubo varias cortas intervenciones, pero la que resalta fue cuando se le preguntó al compañero Carlos Vázquez sobre la herida del Che.

Momentos en que el compañero Carlos Vázquez Beltrán hacia el relato del Che sobre la herida en la cara y la atención en el hospital León Cuervo Rubio… “En una ocasión en que nos encontrábamos en su oficina, le pregunté al Comandante sobre la herida que había recibido en la cara en Consolación del Sur y que fue atendido en el hospital de Pinar del Río y que no se le veía ninguna marca o cicatriz”.

El Che le respondió… “Gracias al trabajo de los médicos del Hospital y la atención esmerada recibida”…