Estimados lectores:

En junio del año en curso, investigadores chinos anunciaron la curación de un paciente de 59 años con Diabetes Mellitus Tipo 2. La impactante noticia fue dada a conocer luego de 11 semanas de la aplicación de una terapia celular que implicó reprogramar células mononucleares de sangre periférica del paciente en células madre autólogas inducidas y de esta forma, las células reprogramadas permitieron reconstituir el tejido de los islotes pancreáticos.

La reciente novedad científica acontecida en China es el resultado de años dedicados a la búsqueda de alternativas de tratamiento para la Diabetes Mellitus por un equipo médico del Hospital Changzheng, el Hospital Renji y el Centro de Excelencia en Ciencia Celular Molecular de la Academia China de Ciencias localizados en Shanghai.¹

El investigador que lideró el estudio Yin Hao, dio a conocer que el paciente de 59 años padecía y se le diagnosticó esta enfermedad no transmisible hace más de 25 años. En 2017 luego de desarrollar una nefropatía diabética terminal fue sometido a un trasplante renal, aun así, el control glucémico fue deficiente, tras haber disminuido considerablemente la función de los islotes pancreáticos.¹

Con la participación en el estudio, el paciente fue sometido al trasplante regenerativo de células de los islotes pancreáticos y luego de 11 semanas sin la aplicación externa de insulina los niveles de glicemia se mantenían dentro de parámetros normales, pasado un año no requirió otros medicamentos para el tratamiento de la patología. El seguimiento permanente y los estudios a los que fue sometido, evidenciaron que la función pancreática había sido restaurada y la intervención había sido efectiva y exitosa.

Es importante recordar que son varios los tipos de diabetes que se diagnostican en el mundo, el más común es el Tipo 2, variante que padecen alrededor del 90 % de los diabéticos. Aparece cuando las células o islotes pancreáticos producen una cantidad insuficiente de insulina provocando una deficiente regulación glicémica. Son conocidas múltiples consecuencias y afectaciones a la salud humana luego de debutar con esta enfermedad, pues los excesos de glucosa generan considerables perjuicios a la salud cardiovascular, renal, así como otros órganos y sistemas de órganos.

La Diabetes Mellitus Tipo 2 presenta hoy en el mundo una elevada incidencia, evidente en las cifras que cada año recogen y exponen las estadísticas de los sistemas de salud. En el caso de Cuba, según el Anuario Estadístico de Salud,²⁾ en 2022 la Diabetes Mellitus fue la octava causa de muerte en el país con 2510 personas, de ellas 1445 mujeres para una tasa de 22,7 por cada 100 000 habitantes. Las provincias con mayor incidencia fueron Sancti Spíritus, Matanzas y La Habana en ese orden, con tasas que oscilan entre 98 y 80 personas diagnosticadas con la enfermedad por cada 1000 habitantes.

China, por su parte, es la nación con mayor número de habitantes del planeta, de ahí que, las probabilidades de tener un elevado porcentaje de personas diabéticas sean superiores respecto a otros países, aunque no significa que sea directamente proporcional, la sobrepoblación y el envejecimiento de este país asiático influyen en las estadísticas negativas que presenta asociadas a la Diabetes Mellitus. En 2021 se contabilizaron más de 140 millones de personas con este padecimiento y de ellos, 40 millones de pacientes eran insulinodependientes.³

Sin duda alguna, es un hito científico, una puerta abierta a la esperanza de cientos de personas que padecen esta enfermedad y ven limitadas sus vidas desde múltiples aristas. Aunque la prevención sigue siendo el punto álgido y fundamental para prevenir la Diabetes Mellitus, contar con tratamientos efectivos luego de debutar con la enfermedad garantiza una mejor calidad de vida para el paciente y un alivio para los sistemas de salud, cada vez más sobrecargados con la aparición de enfermedades transmisibles e infectocontagiosas.