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Introducción:
la obesidad y el sobrepeso en jóvenes incrementan riesgos metabólicos, reflejando malos hábitos alimenticios y sedentarismo; urge promover prevención desde contextos educativos y sociales.
Objetivo:
valorar los factores que influyen en el estado nutricional de estudiantes de la carrera de Derecho Uniandes
Métodos:
se realizó un estudio mixto, con enfoque exploratorio, en estudiantes de Derecho de la UNIANDES. Se seleccionó aleatoriamente una muestra de 50 estudiantes, quienes firmaron el consentimiento informado. La investigación combinó métodos cuantitativos y cualitativos, permitiendo analizar tanto datos numéricos sobre sobrepeso y obesidad como percepciones y conocimientos de los participantes sobre sus hábitos alimenticios y estilo de vida.
Resultados:
el 50 % de los estudiantes tenía entre 17 y 20 años, y el 92 % no presentaba enfermedades o condiciones hereditarias. El estado nutricional mostró que el 44% tenía un peso normal, pero solo el 42 % conocía su índice de masa corporal e importancia. En cuanto a la actividad física, el 43 % realizaba ejercicio una o dos veces a la semana, destacando el fútbol (35 %) y la bailoterapia (20 %) como las principales modalidades. Sobre alimentación, el 52 % llevaba una dieta saludable, mientras que el 42 % consumía comida chatarra a diario. El 54 % prefería frutas y vegetales, y el 60 % realizaba entre tres y cuatro comidas diarias.
Conclusiones:
el incumplimiento de hábitos alimenticios saludables y la falta de actividad física en estudiantes de Derecho de UNIANDES pueden causar enfermedades metabólicas graves.
- ADOLESCENTES;
- ENFERMEDADES METABÓLICAS;
- PESO.
INTRODUCCIÓN
La obesidad ha incrementado en los últimos años a nivel mundial 4.000 millones de personas sufren lo que es la obesidad y sobrepeso teniendo incidencias. La mayor parte de las personas también tienen el riego de padecer enfermedades metabólicas, la mayoría son adolescentes ya que consumen lo que es alimentos chatarra esto lleva a que puedan seguir con su estilo de vida normal, pero tendrán dificultades en su salud y considerando que este estudio de investigación tiene como fin saber los riesgos que llevan a que sea una problemática principal, deseamos saber si las personas no tienen tiempo para realizar comidas saludables y también realizar actividades que son la base fundamental para un peso normal y saludable para cada uno de las personas.1
Según Campos Jara et al.,2 en los últimos años se han documentado cambios en el rendimiento físico de escolares, centrado en las pruebas de Cafra y Navette y su relación con la obesidad y el riesgo cardiometabólico. Al respecto, se ha detallado un aumento significativo en los valores antropométricos y una disminución de todas las variables relacionadas con el rendimiento físico en estudiantes con sobrepeso y obesidad (48,3 %). Se evidencia a su vez como dichas alteraciones se asocian con riesgo cardiometabólico, especialmente cuando ambas se ven afectadas, lo que también se relaciona con sobrepeso y obesidad. Además, se observó una relación inversa entre esta capacidad y la obesidad abdominal, llamando la atención que los estudiantes con bajo peso tuvieran una mayor circunferencia de cintura.
El estudio de Guamialamá-Martínez y Salazar-Duque,3 identifica un preocupante nivel de desnutrición y sobrepeso en estudiantes universitarios de Quito, resaltando la necesidad de promover estilos de vida saludables mediante programas preventivos en el entorno académico. La misma evidencia como la evaluación, basada en el índice de masa corporal, subraya la importancia de implementar políticas de salud en las universidades, como educación alimentaria y fomento de la actividad física, para prevenir enfermedades relacionadas con la nutrición. Además, se recomienda profundizar en la diversidad sociocultural del estudiantado, considerando factores geográficos y sociales, para diseñar intervenciones más efectivas y contextualizadas.
La obesidad y el exceso de grasa corporal son factores de riesgo clave para enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las cardiovasculares. Por ello, evaluar la composición corporal y los estilos de vida es esencial para prevenir y controlar estos problemas, especialmente en poblaciones vulnerables. Se destaca la necesidad de programas que fomenten la actividad física, la alimentación saludable y hábitos que mejoren la calidad de vida.4 Teniendo en cuenta lo señalado se realiza la presente investigación la cual tuvo como objetivo valorar los factores que influyen en el estado nutricional de estudiantes de la carrera de Derecho Uniandes.
MÉTODOS
Se realizó un estudio mixto, con enfoque exploratorio, en estudiantes de la carrera de Derecho de la Universidad Regional Autónoma de los Andes (UNIANDES). Del universo compuesto por los estudiantes en cuestión, de forma probabilística, aleatoria simple fue seleccionada una muestra de 50 estudiantes, toda vez comprobada su disposición para participar en el estudio, mediante la firma del consentimiento informado.
El presente estudio se desarrolló bajo un enfoque mixto, combinando elementos de la investigación cuantitativa y cualitativa, con el objetivo de obtener una visión más integral del fenómeno analizado. El componente cualitativo aportó una interpretación contextual de los resultados, considerando las percepciones y conocimientos de los participantes sobre sus hábitos alimenticios y estilo de vida. Por su parte, el componente cuantitativo permitió la recolección y análisis de datos numéricos en un periodo específico, a través de encuestas aplicadas a estudiantes lo que facilitó la identificación de los niveles de sobrepeso y obesidad.
Se utilizó el método estadístico descriptivo para presentar los resultados en gráficos. Se cumplió con los principios de la ética médica y los aspectos establecidos en la Declaración de Helsinki. A los participantes se les solicitó el Consentimiento Informado y la presente investigación fue aprobada por el Comité de Ética de la Investigación de la Universidad Regional Autónoma de los Andes.
RESULTADOS
Se precisa en la muestra predominio de los estudiantes con 17-20 años (50 %), no mostrando ninguna enfermedad o condición hereditaria el 92 %. Se detalla en el gráfico 1, el estado nutricional de los participantes, predominando los que son normopeso (44 %). Entre ellos, apenas el 42 % conocí lo que era el índice de masa corporal y su importancia clínica.
La entrevista a los estudiantes arrojó como el 43 % realizaba actividad física una o dos veces a la semana, siendo la práctica de fútbol y la bailoterapia (35 y 20 % respectivamente), las principales modalidades empleadas.
| Variable | No. | % | ||||
| Alimentación saludable | Si | 26 | 52 | |||
| No | 24 | 48 | ||||
| Consumo de comida chatarra | Diario | 21 | 42 | |||
| Una vez por semana | 26 | 52 | ||||
| Nunca | 3 | 6 | ||||
| Preferencia de consumo | Frutas y vegetales | 27 | 54 | |||
| Fritos y grasas | 10 | 20 | ||||
| Harinas y carbohidratos | 14 | 28 | ||||
| Frecuencia de comidas diarias | 1-2 | 12 | 24 | |||
| 3-4 | 30 | 60 | ||||
| 5-6 | 8 | 16 | ||||
La tabla 1 muestra las prácticas alimentarias de los estudiantes, precisándose como el 52 % de los participantes afirma llevar una alimentación saludable. En relación al consumo de comida chatarra, el 42 % la consume diariamente, aunque el 54 % prefiere las frutas y vegetales. En cuanto a la frecuencia de comidas diarias, el 60 % realiza entre tres y cuatro comidas al día.
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos reflejan una realidad preocupante respecto al conocimiento sobre salud nutricional entre jóvenes universitarios. Aunque el 50 % de los estudiantes encuestados tiene entre 17 y 20 años y el 92 % no reporta enfermedades o condiciones hereditarias, el desconocimiento sobre conceptos clave como el índice de masa corporal (IMC) es significativo: solo el 42 % sabe qué es y cuál es su relevancia clínica. Esta falta de conocimiento es especialmente alarmante considerando que el IMC es una herramienta básica y accesible para la evaluación del estado nutricional y para la prevención de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.5
El hecho de que el 44 % de los participantes tenga un peso adecuado (normopeso) es un dato positivo; sin embargo, mantener este estado a largo plazo requiere educación continua sobre nutrición y salud. Diversas investigaciones han demostrado que la falta de conocimiento sobre el IMC y otros indicadores nutricionales influye negativamente en la adopción de hábitos saludables y en la identificación de riesgos relacionados con el sobrepeso, la obesidad y la desnutrición. Además, estudios recientes destacan que una gran proporción de adolescentes y adultos jóvenes subestima su propio peso, lo que puede retrasar la búsqueda de ayuda profesional y perpetuar hábitos perjudiciales.6
La etapa universitaria representa un periodo de transición donde se consolidan muchas conductas relacionadas con la alimentación, el ejercicio y el autocuidado. Por ello, la ausencia de enfermedades hereditarias no debe conducir a una falsa sensación de seguridad, ya que el estilo de vida adquirido en esta fase puede influir significativamente en la salud futura. La implementación de programas educativos sobre nutrición y salud integral en el ámbito universitario puede contribuir significativamente a mejorar el conocimiento sobre el IMC y otros factores de riesgo, facilitando la adopción de decisiones informadas en torno al bienestar físico y mental.7,8
En estudio desarrollado por Ibarra Herrera,9 se señala que el IMC es una herramienta útil para evaluar el sobrepeso y la obesidad en la población, ya que su aplicación es uniforme para ambos sexos y para adultos de todas las edades. No obstante, se advierte que el IMC debe considerarse un valor aproximado, ya que no siempre refleja con precisión el nivel de grasa corporal en distintas personas.
El sobrepeso y la obesidad, antes considerados problemas de países con altos ingresos, han aumentado en naciones de ingresos bajos y medianos, especialmente en zonas urbanas. Según datos internacionales la principal causa de estos trastornos es el desequilibrio entre calorías consumidas y gastadas, impulsado por una mayor ingesta de alimentos ricos en grasa y una disminución de la actividad física debido al estilo de vida sedentario y la urbanización. 10 ,11,12
El resultado que muestra que el 43 % de los estudiantes realiza actividad física una o dos veces por semana, con preferencia por el fútbol (35 %) y la bailoterapia (20 %), permite identificar patrones importantes sobre los hábitos de movimiento en la población juvenil universitaria. Esta frecuencia de ejercicio físico, aunque limitada, refleja una intención de mantener cierta actividad corporal, sin embargo, no es suficiente para cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que sugiere al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada para adultos entre 18 y 64 años, distribuidos en varios días de la semana para obtener beneficios significativos para la salud física y mental.
Diversos estudios han señalado que la actividad física regular no solo reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y la hipertensión, sino que también mejora el rendimiento académico y la salud emocional en los estudiantes universitarios. En este contexto, la elección del fútbol como principal modalidad es consistente con otras investigaciones en América Latina, que lo reconocen como uno de los deportes más accesibles y populares, favoreciendo la socialización y el trabajo en equipo. Por otro lado, la bailoterapia, que combina música con movimientos coreografiados, se ha posicionado como una forma lúdica y efectiva de promover el ejercicio aeróbico, especialmente entre mujeres jóvenes, al ser percibida como una actividad recreativa más que como una obligación física.13,14,15
A menudo los cambios en los hábitos alimentarios y de actividad física son consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la falta de políticas de apoyo en sectores como la salud; la agricultura; el transporte; la planificación urbana; el medio ambiente; el procesamiento, distribución y comercialización de alimentos, y la educación.15 Según Potosí,16 en un estudio realizado en adultos jóvenes del cantón Tulcán, se evidenció que entre el 56 % y el 84 % de la población presentaba sobrepeso u obesidad, reflejando un elevado índice de masa corporal y un alto riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles.
En la provincia de Tungurahua, el Ministerio de Salud Pública registró en 2013 la importancia de evaluar el crecimiento y desarrollo físico como uno de los aspectos fundamentales en la práctica clínica pediátrica, debido a la estrecha relación entre un crecimiento adecuado y el estado general de salud. En este contexto, la antropometría se presenta como un indicador objetivo clave, ya que permite cuantificar las variaciones en las dimensiones físicas y en la composición corporal a lo largo de las distintas etapas de la vida y en función del estado nutricional. Esta herramienta no solo se utiliza para evaluar el estado nutricional de individuos y poblaciones, sino que también sirve como criterio para determinar la elegibilidad en programas de nutrición y asistencia alimentaria.17
CONCLUSIONES
El incumplimiento de hábitos alimenticios saludables y la falta de actividad física en estudiantes de Derecho de UNIANDES pueden causar enfermedades metabólicas graves. Ante ello se propone fomentar una buena alimentación, ejercicio regular y horarios ordenados de comidas para prevenir el sobrepeso, la obesidad y otros riesgos, mejorando así el metabolismo y la calidad de vida.
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1. Gómez Herrera JT. "Causas y consecuencias sistémicas de la obesidad y el sobrepeso." Revista Educação e Humanidades [Internet]. 2020 [citado 12/05/2025]; 1(2): 157-179. Disponible en: Disponible en: https://periodicos.ufam.edu.br/index.php/reh/article/view/7919
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2. Campos Jara C, Delgado Floody P, Caamaño Navarrete F, Guzmán Guzmán I, Cresp Barría M, Jerez Mayorga D, et al . Alteraciones en el rendimiento físico de escolares: los Test Cafra y Navette y su asociación con la obesidad y riesgo cardiometabólico. Nutr. Hosp. [Internet]. 2016 Ago [citado 16/05/2025]; 33(4): 808-813. Disponible en: Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112016000400008&lng=es .
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3. Guamialamá-Martínez J, Salazar-Duque D. Evaluación antropométrica según el Indice de Masa Corporal en universitarios de Quito. Rev. salud pública [Internet]. 2018 June [cited 16/05/2025]; 20(3): 314-318. Available from: Available from: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-00642018000300314&lng=en .
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- » Recibido: 13/05/2025
- » Aceptado: 14/05/2025
- » Publicado : 01/03/2025
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